Cuando era pequeño, un perro me hincó el diente. Ahora soy yo quien no come animales. En este artÃculo reflexiono sobre la forma en que el nombre puede convertir a un animal en tu mejor amigo o sentenciarlo a muerte.
Cuando era pequeño, un perro me hincó el diente. Ahora soy yo quien no come animales. En este artÃculo reflexiono sobre la forma en que el nombre puede convertir a un animal en tu mejor amigo o sentenciarlo a muerte.