Cualquiera puede ser escritor. Solo hay que coger un folio en blanco y rellenarlo de frases que tengan sentido. Pero conseguir ser un artista de las palabras ya es otra cosa.
Entre el ladrillo y la tinta: el sÃmil jamás contado
Nuestra concepción de la realidad siembra sus semillas en el conflicto filosófico de mente y cuerpo, entre arquitectura y percepción literaria.
A favor de las armas
O, mejor dicho, a favor de una sola: la literatura. Qué bonito es llegar a un lugar común cuando en ese vergel de tópicos aún los frutos permanecen maduros.