Hay días en que me da mucho miedo quedarme calvo, que el coche no arranque o no estar a la altura de lo que se espera de mí. Otros, en cambio, me consumen miedos de talla mayor. Por ejemplo, si estoy haciendo lo suficiente para que me quieran bien.
Hay días en que me da mucho miedo quedarme calvo, que el coche no arranque o no estar a la altura de lo que se espera de mí. Otros, en cambio, me consumen miedos de talla mayor. Por ejemplo, si estoy haciendo lo suficiente para que me quieran bien.