En uno de los extensos jardines del Parque de El Retiro (Madrid) he podido entrevistar a los miembros de Where is Kobi?, un grupo de música emergente que financia sus proyectos con los ingresos que generan al tocar en los vagones del metro de Madrid. Responden en nombre del grupo, por lo que no hay respuestas individuales. Me dirijo a ellos como Kobi, un ser imaginario que saca una sonrisa a quien les escucha.

¿Por qué el metro y no la calle o las salas de conciertos? «Todavía no nos hemos planteado ir a salas porque queremos que haya cierta demanda antes de dar conciertos. En la calle sí hemos estado alguna vez, pero creemos que en el metro es más accesible tocar. Al principio éramos un poco reacios a hacerlo, porque considerábamos que la gente se podía sentir obligada a escucharnos, pero es verdad que hemos recibido muchos mensajes positivos de personas que nos dan las gracias por haberles alegrado el día. Desde entonces hemos mantenido esa dinámica, pero este verano hemos empezado a tocar más en la calle porque la reacción es distinta. Si se paran es porque te quieren escuchar. Además, en la calle podemos ofrecer espectáculos más elaborados, de veinte o veinticinco minutos, y eso en el metro no se puede».

Aparte de la gira por España, también han tocado en Londres y la mayoría de sus canciones son en inglés, ¿cuáles son sus influencias musicales? ¿En qué artistas se inspiran? «Nos suelen decir que tenemos algo del grupo The 1975. Siempre influyen mucho los gustos personales, y cada uno lleva eso a su campo. Lorenzo se inspira mucho en John Mayer, y siempre va a haber una guitarra, eléctrica o acústica, que sobresalga en nuestras canciones. Por su parte, a Javier le encanta Ed Sheeran, entonces analiza bastante sus armonías. En el caso de Jonathan, opta mucho por estribillos pegadizos, al estilo del grupo Imagine Dragons. Con todo eso y sin buscar el plagio, sale nuestra música».

«No paramos de buscar un sonido que nos identifique»

¿Hay diferencias entre el público de Madrid y el de Londres? «Pues no demasiada. La música se ha globalizado. En España suena mucha música en inglés y en Londres, por lo que hemos podido comprobar, cada vez más en español. Al principio creíamos que el idioma podría ser una barrera, pero no ha sido así. Sobre todo, la gente se queda con el directo y con el mensaje que se transmite, sin dar tanta importancia al idioma en que están escritas las canciones. Pero también puedo decir que cuando tocamos temas en español hay un feedback diferente aquí, porque la gente no espera escuchar eso después de que todas las canciones hayan sido en inglés».

¿Es difícil que un grupo pop como el suyo conecte con el público más joven que apoya el auge de otros géneros musicales como el rap o el trap? ¿Cómo se capta su atención? «Está claro que no podemos decidir por los jóvenes. Ahora mismo nos encontramos buscando un sonido que nos identifique. Y durante esa búsqueda, todo el que quiera escucharnos está invitado a hacerlo. Pero es algo que no depende de nosotros y que tampoco nos preocupa. Tenemos una canción llamada Sleepless city -en español Ciudad que no duerme- en la que hablamos de esa persona que está con el brazo levantado en la intersección con más tráfico y gente del mundo, y tiene que mantenerse así hasta que la gente la vea. Esa es la lucha de cada artista. Al final triunfan los que están día tras día intentando no pasar desapercibidos».

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El metro es su altavoz principal. Foto: Where is Kobi?

En acústico solo se sirven de dos guitarras y la voz. En cambio, cuando escuchamos las canciones en plataformas de internet vemos que ya han pasado por un proceso de producción, con efectos y demás recursos. ¿Qué les aporta esta herramienta? «El acústico está muy bien, es una forma de presentar lo que hacemos de una manera muy natural y orgánica; es la canción en esencia, tal como cuando fue compuesta. Pero también hay que tener en cuenta que la música siempre está cambiando, y ahora la producción es un aspecto muy importante. Lo que pretendemos, ante todo, es sonar actual, pero siempre manteniéndonos fieles al sonido que queremos ofrecer».

«Cada uno elige a quién dedicar cada canción»

La mayor parte de los temas tienen armonías mayores, con tonos alegres que transmiten positividad. Sin embargo, muchas veces las letras tienen mensajes con nostalgia o añoro. Un ejemplo claro podría ser Back to you. ¿Cuál es el objetivo de esta mecánica? «Siempre intentamos darle vueltas a las canciones para que tengan un trasfondo. En Back to you hablamos a la propia música. Le decimos que, cojamos en camino que cojamos, no hay manera de zafarse de ella. Nuestra intención es transmitir un mensaje, tanto en la letra como en la melodía. Y si alguien que nos escucha puede bailar y, a la vez, sentirse identificado con la letra, habremos cumplido nuestro objetivo. En otra de nuestras canciones, Sunshine, también se ve esto. Es una canción de amor, pero de amor al verano. Y aunque parezca que ese amor es hacia una persona, lo que intentamos mostrar en ella son todas las buenas
sensaciones que trae el verano cuando llega. Cada uno puede elegir a quién dedicar cada canción».

¿Cómo se planifica la autogestión económica de los proyectos? ¿Hay más libertad creativa? «La autogestión es sacrificio y muchas horas de trabajo. Quizá, con un equipo de producción detrás nos podríamos centrar más en la parte creativa, sin estar pendiente de la imagen de la portada del próximo single, la grabación del videoclip o de la promoción. Lo que buscamos es trabajar nuestra imagen y nuestro sonido. Cuando hayamos conseguido esto, podremos hablar de crear un equipo de producción o de que alguien contacte con nosotros, pero siempre poniendo en primer lugar nuestro sello».

«La autogestión es sacrificio y muchas horas de trabajo»

¿Y no existe el miedo a caer en la desidia o la pereza al no tener compromiso con ninguna entidad? «Si no apostamos por nosotros, nadie lo va hacer. Una de las claves es organizarnos. Decidimos que días y a qué hora ir a tocar y cumplimos. Además, tener tres componentes en el grupo es una gran ventaja. Si dos están convencidos de algo, el otro no se querrá quedar atrás. Antes me preguntabas por los artistas que habían influenciado nuestra música, y la mayoría de ellos han llegado lejos porque han trabajado durante muchos años para lograrlo. Su esfuerzo también nos inspira. Además, una vez que tocas ante dos mil personas como hemos hecho, siempre vas a querer hacerlo. Saborear esos momentos invita a querer repetir siempre. Es toda una motivación para seguir trabajando».

Han hecho de teloneros de algunas bandas importantes como Dvicio. ¿Cómo consigue un grupo que empieza contactar con artistas de renombre? «En el caso de Dvicio, contactaron ellos con nosotros al ver un día a nuestro compañero Javier tocando en la calle. A raíz de eso, se fue creando un vínculo y nos invitaron a tocar como teloneros en la Sala Riviera de Madrid. Para nosotros fue una ayuda fundamental. Creo que los grupos grandes deben dar apoyo a grupos emergentes en los que crean de verdad».

¿Qué opinas de los permisos para tocar en la calle? «Hasta ahora no hemos tenido problemas. Vamos al registro, rellenamos la solicitud y listo. Hace unos cuatro o cinco años hubo un casting que causó bastante polémica porque para mucha gente tocar en la calle es un medio de subsistencia y con esa medida a lo mejor podían quedar fuera. En Madrid puede haber más problemas por el hecho de que hay muchos más artistas y a veces es difícil repartir los sitios. En San Sebastián, por ejemplo, se establece un horario de actuación de dos horas por la mañana y dos por la tarde, algo que me parece muy acertado».

¿Qué consejo le darías a quienes quieren empezar a darse a conocer en el mundo de  la música? «Un recurso muy bueno son las jam sessions. En Madrid hay muchos locales que las organizan. Ahí se puede subir quien quiera a cantar y ya no es solo el hecho de mostrar el arte de cada uno. En estos eventos un músico puede conocer un montón de gente que está en el mismo punto que él y eso puede generar una red de colaboraciones y un mayor alcance».

Para terminar, ¿algún anuncio de proyectos futuros? «Nuestra intención es sacar más temas en español, tenemos una recámara de canciones listas para salir. Lo que sí es seguro es que en diciembre saldrá algo nuevo a la luz».

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Soy muy práctico: todo lo que aprendo quiero plasmarlo en la vida cotidiana. Curso el doble grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual, por lo que comunicar es una de mis pasiones. Preocupado por el medio ambiente, apasionado por el arte, extrovertido por la vida… combino todo esto como puedo.


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