La poesía transita, muchas veces, sobre el camino de la novela. En otras, es al revés: la novela se carga de unos tintes poéticos que le hacen atravesar la línea que separa a unos y otros. Pero en otras ocasiones, es el autor el que cambia de género. Ejemplos a lo largo de la historia hay muchos, de escritores de novelas que se adentran en el mundo de la poesía y viceversa. Elvira Sastre (Segovia, 1992) se ha consolidado en los últimos años como una de las poetas jóvenes de referencia en español, con seis obras publicadas. Sin embargo, a inicios de este año dio el salto a la novela con Días sin ti. La peripecia puede resultar fallida o, al menos, no como se esperaba. Pero la autora segoviana dio la talla, y de sobra.

Premio Biblioteca Breve 2019

Premiada con el Premio Biblioteca Breve 2019, Días sin ti coge el título de la colección homónima de la misma autora. Y no solo eso, sino que los diez capítulos llevan por título cada uno de los diez poemas de dicha colección.

Días sin ti cuenta dos historias a la vez, cruzadas y conectadas. Por un lado, la vida de Gael, un joven profesor de escultura que vive por y para el arte. Por otro, las vivencias de Dora, su abuela, que le cuenta cómo conoció a su abuelo y, lo más destacado, la dura situación que vivieron ambos durante la Guerra Civil que asoló nuestro país hace casi ya un siglo.

El estilo de Elvira Sastre es palpable desde la primera página del libro. Su sensibilidad aparece ya al inicio y será protagonista durante el tránsito de las historias. Narrar las desgarradoras experiencias de una maestra republicana en los tiempos de la guerra no es fácil, pero Sastre lo describe con una delicadeza que asombra y con una rigurosidad histórica que hace justicia a todos aquellos que sufrieron la represión franquista.

Portada de 'Días sin ti'. Foto: Seix Barral
Portada de ‘Días sin ti’. Foto: Seix Barral
Abuela y nieto

La historia que Dora le cuenta a su nieto (la suya propia) aparece en el libro justo cuando se le necesita. No obstante, no aparece reciprocidad por parte de Gael: la historia aparece como una voz en off para el lector, pues ya es sabida para el protagonista. Eso sí, conocer las vivencias románticas de su abuela le dará las claves para llevar y superar el truncamiento de su historia de amor.

Gael, por su parte, es de esas personas a las que les apasiona su trabajo: esculpir y enseñar a los demás a hacerlo. El pequeño taller donde trabaja es su vida y allí mismo descubrirá un amor que le recordará al de sus abuelos: Marta. Los vaivenes emocionales que se dibujan en esta relación, casi siempre hacia arriba, terminan con un salto al vacío que simboliza el final, un vuelo constante sobre la nada que eriza la piel y rompe con el idilio amoroso que parecía que iba a terminar junto con la novela.

Lo mejor de cada mundo

Lo que caracteriza a Días sin ti es el cruce de historias, separadas temporalmente pero que se complementan y se entrelazan a la perfección en cada capítulo de la novela de Sastre. Pero también demuestra que la rigurosidad histórica y el intento de hacer justicia no tiene por qué estar circunscrito a un ensayo o a una investigación.

Elvira Sastre acoge en su obra lo mejor de cada mundo: la pasión poética, el hilo narrativo y la fidelidad a unos hechos. La historia de Gael no podría ser comprendida sin la de su abuela Dora, la de esta sin la represión franquista de la Guerra Civil y la nuestra, nuestra vida, sin la de ellos dos. Días sin ti es un homenaje a nosotros.

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Estudio Ciencias Políticas y Sociología en la UC3M y combino mi pasión por los fenómenos políticos y sociales con la cultura, elementos indisociables de una misma y compleja realidad. Desde pequeño me ha encantado escribir y lo utilizo como manera de evasión y difusión.


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