La música ha sido siempre el hilo conductor de todas las grandes historias. Sin música, el cine perdería a su gran pareja de baile, las gradas de los estadios de fútbol no vibrarían con los cánticos de las hinchadas, las luchas sociales no tendrían himnos que han conquistado derechos, y yo, sin duda, no tendría nada que diera sentido a mi existencia.

Hoy tengo la suerte de entrevistar a un gran amigo, Darte, o como yo prefiero llamarlo, David. Nació en Villarrobledo, Albacete, y empezó su andadura por el mundo del rap hace ya diez años. Referente para muchos en su pueblo natal, tiene a sus espaldas el privilegio de poder decir que ha pisado los escenarios del Viñarock dos años consecutivos de la mano de DJ Fresko, un gran logro del que se sienten extremadamente orgullosos, pero siempre desde la humildad que les caracteriza. Lector empedernido y amante de la poesía, él no se considera para nada un poeta, pero quienes hemos escuchado sus letras y vivido su entusiasmo sobre el escenario no tenemos otra que pensar lo contrario. Sus influencias beben desde Wu-Tang Clan, Nas o Das EFX hasta Gloria Fuertes o Idea Vilariño y, por eso, no solo es buen rapero sino que, además, todo lo que escribe refleja la sensibilidad de los grandes de la literatura.

Después de tantos años dentro del mundo del rap me cuesta creer que haya algo que te quede por descubrir de este género. Sin embargo, sé que siempre tienes nuevas formas de reinventarte. ¿Crees que hay todavía algo por inventar dentro del rap? «Se me hace raro tanta formalidad, impone bastante tratar desde un plano más profesional a alguien cercano. En realidad, estoy bastante contento, estos días han sido una locura entre ensayos y conciertos, pero muy satisfechos de haber dado todo en esta edición del Viñarock. Pienso que en cuanto a bases musicales y letras, está todo inventado ya. Antes de estar yo aquí ha habido genios como 50Cent o Eminem que han sentado las bases de este género y que ya lo han inventado todo. Desde luego, siempre se puede romper con lo establecido y crear nuevas formas, que aunque mantengan su esencia, nos permitan escuchar cosas con una nueva perspectiva».

Ya sabes lo que dicen, ¿cuesta mucho ser profeta en tu tierra? Parece que has sido un referente dentro del rap en Villarrobledo. «La verdad es que desde que empecé a interesarme por el rap hace ya 10 años, el género aún no estaba muy extendido por España, mucho menos en los pueblos o en Villarrobledo, de donde soy yo. El estigma le precede y eso siempre tiene su desventaja ante los ojos de la gente porque consideran que es un género musical para delincuentes. Al final, como en todo en la vida, las etiquetas que ponemos dicen más de nuestros prejuicios que de aquello que designan, y para mí es un orgullo haber abierto las puertas a chavales de aquí que han querido escribir y hacer música también. Ese es el verdadero logro».

Cuéntanos un poco sobre tus influencias musicales y esos primeros contactos con el rap. «Creo que esta es la pregunta más difícil porque, ¿qué me inspira? Me inspira leer poesía. Si te refieres a los momentos en los que viene la inspiración, pues sería casi a diario porque es mi forma de desahogo. Para escribir rap, es en momentos de más rabia, digamos. Más de ‘necesito gritar y no sé cómo hacerlo’. Cuando siento esos momentos de rabia, no me basta la poesía, intento soltarlo todo a través de canciones, otra forma de expresarme. Desde que empecé a escribir, intento no encasillarme, escribo el tipo de canción que me pide ese momento. Entonces, hay momentos para hablar del amor, para hablar del desamor, para hablar de la rabia, para hablar de competición, etc. Porque el rap también tiene esa parte y está bien liberar tu ‘ego’ de esa forma, sin dañar, simplemente: ‘yo soy el mejor, demuéstrame que tú eres mejor que yo’, eso siempre lo ha llevado implícito el rap y el hip-hop, y al final no es más que ganas de superación».

El surgimiento del hip-hop y el rap está muy ligado al mundo del baloncesto, y esto no es casualidad, la lucha por los derechos de la comunidad afroamericana es una cuestión que lleva años reivindicándose desde la calle. ¿Es importante la música a la hora de conquistar derechos? «El rap es protesta desde sus inicios, y entiendo que es la base también de este movimiento. Mi rap, por decirlo de alguna forma, no creo que sea de protesta, es más bien liberar sentimientos que no quiero que se queden solo en el papel. Es cierto que tengo varias canciones que tratan sobre injusticias varias del sistema, que no son pocas. Pero, definitivamente, mi rap no se centra en ese género, aunque tampoco es plan de poner etiquetas. Lo que dices sobre los barrios marginales es historia, tanto de la música como de la historia de Estados Unidos, era una forma de hacer contracultura, y nosotros aquí estamos extrapolando eso para adaptarlo a nuestra sociedad».

Quiero preguntarte un poco sobre perspectiva de género y rap. «Yo soy rapero y, al contrario que la mayoría de raperos en sus entrevistas, no voy a negar el machismo que existe en el rap y el entorno, como en el trap. También, hay que decir, obviamente, que ningún género se escapa, pero no vamos a tirar balones fuera. La cosa está cambiando, como entiendo que está cambiando la sociedad, lentamente, pero está cambiando. Últimamente, con la fuerza que habéis hecho durante estos 8M, se está dando mucha más voz al rap cantado por mujeres y con mensajes feministas y, como decía IRA en su concierto, se está haciendo ese ‘feminismo bailable’, que es algo relativamente nuevo, y doy fe que llenan escenarios y es increíble. Ese espíritu combativo hace que este tipo de rap feminista con esos textos agresivos para con el sistema patriarcal que tenemos, creo que es un altavoz enorme. El rap, más que otros géneros, y viendo la actual demanda de rap tanto en medios como en redes, pues me parece estupenda la erupción de estos grupos y, sobre todo, que cambie la mentalidad, y que el mensaje no sea: ‘Ey, yo, todas putas’ y se parezca más a: ‘Ey, yo, vamos a querernos y a respetarnos”.

Un libro y una canción con los que te quedarías si no pudieras disponer de nada más. «El libro sería Rayuela, de Julio Cortázar. Si hay algo que me ha ayudado a ser la persona que soy es, sin duda, Julio Cortázar. Te podría decir mil de Violadores del Verso, de Tote King, pero creo que la que más se ajusta a lo que dices sería Gatta Cattana. La canción que me ha hecho ser quien soy hoy lo enlazaría con la pregunta anterior y mi respuesta sería Gata Cattana, sin duda. Es un referente tanto en lo musical como en lo personal, en lo político. Era una persona increíble, y cualquiera de sus canciones te hace abrir los ojos. Nosotros, los que estamos intentando abrir los ojos, nos damos cuenta de las cosas que se nos escapan y es un placer tener referentes de ese nivel para poder ver los errores que cometes y cómo solucionarlos para hacernos la convivencia más fácil a todas».

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20 años me impiden dar una buena biografía sobre mí, pero siempre pueden llegar a conocerme dentro de un libro de Murakami, un cuadro de Hopper o a través de mis playlists de Spotify. Viviendo entre flores de azahar.


Un comentario en «Darte: «Soy rapero y no voy a negar el machismo que existe en el rap»»

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